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Escuela hispano-flamenca del siglo XVII. Lote 34003443

LOTE EN SUBASTA

Escuela hispano-flamenca del siglo XVII.
“Santiago el Menor”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Precisa consolidación y restauración.
Medidas: 78 x 105 cm; 97 x 123 cm (marco).

En esta obra se representa al apóstol Santiago el Menor en primer plano, en actitud reflexiva, con un bastón y un libro abierto en las manos, las Sagradas Escrituras. En un segundo plano se desarrolla, con gran riqueza narrativa, la escena de su martirio. Vemos, ante un espacio abierto que clarifica la composición, al apóstol con el torso desnudo, sentado en el suelo, a punto de ser muerto a golpes de maza por un sacerdote, mientras un muchacho mantiene su cabeza erguida, agarrándole por los cabellos. El cuello de Santiago está ya manchado de sangre, al igual que el arma de su verdugo, un detalle que aporta patetismo a la escena. Junto a la muchedumbre que contempla la ejecución se alza el templo, en cuya parte superior aparece el sumo sacerdote Anás II. Éste había ordenado a Santiago renegar de Jesús, pero éste al hallarse en lo alto del templo aprovechó la concurrencia para predicar el Evangelio. Al escuchar esto, los fariseos y escribas se enfurecieron, y uno de ellos lo empujó desde lo alto. No obstante Santiago no muere por la caída, por lo que la multitud comienza a apedrearlo, mientras rogaba a Dios de rodillas por sus asesinos. Entonces uno de los sacerdotes, hijo de Rahab, se encaró con la multitud y pidió que cesara la lapidación, puesto que el apóstol correspondía a la crueldad orando por sus verdugos. Aquí aparece este hombre representado en el lado izquierdo, vestido con túnica amarilla, con una mano en el pecho y la otra alzada señalando al cielo. No obstante, uno de los fanáticos se acercó a Santiago con una maza y descargó sobre su cabeza un golpe terrible, que le rompió el cráneo. Aquí el hombre que finalmente acaba con la vida del apóstol es representado como un sumo sacerdote, con tocado en doble punta y manto brocado, un detalle que incide en el hecho de que fue el Sanedrín el responsable de la muerte de Santiago. Como vemos, en una misma pintura se representa la figura del santo dos veces, un recurso narrativo muy frecuente en los siglos XV y XVI dentro de la escuela flamenca, que tendrá un cierto desarrollo aún dentro del barroco. También de influencia flamenca es la profusión de elementos narrativos en la imagen, la minuciosa descripción del escenario y la proliferación de personajes, que llenan todo el espacio en los planos intermedios. La forma de tratar el paisaje de fondo, a base de bandas paralelas en tonos azulados y verdosos, corresponde también a la herencia de los primitivos flamencos.
Santiago el Menor, hijo de Alfeo, fue uno de los doce apóstoles de Jesucristo, pariente de Judas Tadeo. La tradición cristiana siempre lo ha identificado como “el hermano del Señor”, es mencionado en la Carta a los Gálatas como una de las columnas de la Iglesia, y también se le identifica con aquel Santiago a quien se le aparece el Señor resucitado. Es autor de la carta del Nuevo Testamento que lleva su nombre. Santiago el Menor era un líder de su comunidad, y prueba de la autoridad de la que gozaba en Jerusalén es el hecho de que San Pedro le manda anunciar su liberación. Tomó la palabra en el Concilio de Jerusalén, y fue el primer obispo de esta ciudad, quedando a cargo de su Iglesia después de la dispersión de los apóstoles por el mundo. Dado que era considerado “hermano del Señor”, es decir, pariente cercano de Jesús, se le suele representar con rasgos parecidos a los de Cristo.

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