
Grau Sala: el artista que no quiso sucumbir a las vanguardias
Desde finales del siglo XIX, Paris se convirtió el destino predilecto de una larga saga de artistas catalanes que, desde Casas y Rusiñol, hasta Miró y Clavé pasando por Nonell y Casagemas encontraron en la capital francesa el terreno fértil de una