Pere Cosp: del oficio al arte, de la tradición a la genuina invención

Pere Cosp: del oficio al arte, de la tradición a la genuina invención.

El número 18 de la calle Fontanella, una discreta vía del ensanche barcelonés, acogía a principios del siglo XX un pequeño taller de marcos y dorados que en el curso de las décadas iría convirtiéndose en un enclave insoslayable para todo amante del mueble y la decoración.

Pere Cosp apenas había cumplido veinte años cuando, tomando las riendas del taller familiar, empezaba a ser solicitado por personalidades de la alta burguesía que querían redecorar sus casas. Por entonces, ya estaba reconduciendo la empresa hacia el interiorismo y la decoración integral. El joven inquieto, que había crecido entre tallas de mármol y espejos barrocos, entre molduras y dorados, había aprendido sobradamente el oficio. Pero ello no bastaba para el alma de artista que empezaba a despertar en él.

Conocer a fondo la profesión (procesos de dorado, ebanistería, etc…) le proporcionó una base de operaciones a partir de la que daría rienda suelta a su talento creativo. Un talento que no solo sería ajeno a modas y tendencias en boga, sino que sería el portavoz de nuevas tendencias, un pionero avant la lettre, un vanguardista sin nada que envidiar al movimiento moderno que coetáneamente tenía en París o en Milán sus centros de efervescencia.

Aunque en un principio tuvo que amoldarse al gusto de sus clientes, muchos de los cuales pedían muebles que emularan los de estilo Luis XV o Imperio, a partir de los años cuarenta y cincuenta sería el propio Cosp el que impondría en los salones su propio gusto porque se iría convirtiendo en referente local de un movimiento internacional. Sus conceptos revolucionarios acabarían venciendo prejuicios clasicistas.

Cosp era osado en la combinación de los materiales, en el tratamiento que les daba, en el ennoblecimiento de los elementos y en las atractivas pátinas. Pero sobre todo era atrevido en el diseño. Empezó con propuestas historicistas y evolucionó hacia una depuración formal que daría resultados sumamente originales.

En la subasta que le dedica, Setdart reúne importantes muestras de su etapa más vanguardista, piezas de gran valor artístico como la pareja de lámparas con pies de hierro forjado, procedentes de una casa de Llavaneras (Barcelona) con interior diseñado por entero por Cosp en 1948-1949, referenciada en la página web dedicada al autor, en la que aparecen los diseños de interiores más importantes que realizó para particulares y empresas. El juego de las bolas negras alojadas en el fuste y la esfera voladiza, en combinación con tulipas elípticas, prácticamente se adelanta al pop y a los diseños que en los sesenta se inspirarán en la era galáctica.

No se queda atrás la lámpara de techo en metal dorado, dotado de racimos de palmetas de ordenación aparentemente azarosa, creando una estructura ecléctica cuyos calados estrellados proporcionan atractivos dibujos de luz.

Para esta misma casa, en la subasta que Setdart dedica al diseñador se incluye un buffet-librería trabajado en todos sus detalles. Su forma retranqueada, la combinación de embero y rafia, las bocallaves con diseño flamígero dan cuenta de la suma atención que Cosp concedía a cada elemento para dar cuerpo a un diseño sin precedentes. Este buffet hace juego con un aparador con frontales de arpillera y bocallaves de metal en forma de estrellas de mar.

No salgamos aún de esta casa de verano de la costa barcelonesa, símbolo del placer burgués de la época. A uno de sus dormitorios fue destinado el armario esquinero en caoba hecho a medida, cuyo diseño lleva el sello inconfundible de Cosp. Los plisados de la superficie curva unifican las puertas al modo de un acordeón, en las que cuatro bajorrelieves reproducen pinturas rupestres de distintos enclaves de España.

El diáfano dormitorio contaba también con una cama de matrimonio de original concepto. La cintura acanalada, en nogal, combina con una cabecera tapizada de skay, flanqueada por apliques sujetos a rizos de metal.

Cosp fue único en sus diseños, libremente engendrados por su imaginación y por un hondo conocimiento del oficio. Citemos también la mesa de centro de aerodinámico perfil, ubicada originalmente en la sala de estar, formada por lamas de nogal que confieren un atractivo juego de llenos y vacíos y que hacen juego con unos bancos que rodeaban la habitación que se transformaba, en muchos momentos de fiesta, en tablao flamenco.

En el gran salón de esta misma casa, lucía el espacioso sofá en cuyo diseño Cosp jugó con una ingeniosa combinación de materiales y texturas en la tapicería, a base de telas de colores y símil en piel de serpiente.

Otro ejemplo de cómo Cosp exploraba inusuales posibilidades de los materiales y extraía potenciales ocultos de cada uno, nos lo ofrecen la diversidad de apliques o lámparas de pared. Es el caso de los tres apliques con la madera trabajada para emular bambú, así como de lo singulares apliques en forma de manos talladas en madera asomando de una amplia manga. O bien, la pareja de apliques diseñados en forma de ramas vegetales en metal pintado y pantallas de pergamino.

Procedente de otra casa cuyo interior también diseñó por entero Cosp, piso de la calle Freixa de Barcelona, cabe citar una mesa de centro cuyo sobre presenta un fino trabajo de marquetería a base de cuatrilóbulos entrelazados. En sus patas de hierro, reinventa el estípite clásico.

Como vemos, el surtido de esta colección es amplio y suculento. Son todas ellas piezas que a menudo flirtean con elementos clásicos pero que el diseñador reconduce a su territorio y logra un empaque moderno sin parangón.

La mayoría de los muebles de Cosp que Setdart pone a la venta fechan de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, época en su prestigio se asienta y no dejará de romper esquemas en las décadas siguientes. Pere Cosp está representado en el Museo del Diseño de Barcelona.

No te pierdas

Tendencia: El renacer de las artes decorativas

Estamos viviendo un retorno de las antigüedades, tanto desde el