El 'japanning' en el mueble español del S.XVIII

Se conoce como maque o japanning, a la técnica de acabado que se originó como imitación europea o hispanoamericana de los lacados asiáticos, para decorar distintas superficies artesanalmente.

Setdart presenta este rarísimo ejemplo de la españolización de este arte, aplicado a un canterano-biblioteca, pero además decorada con escenas figurativas que siguen con fidelidad los modelos pictóricos de Simon Vouet. Esta decoración se combina con otros elementos ornamentales también policromados, combinando chinerías y motivos vegetales. Se compone de tres cuerpos, todos ellos unificados visualmente. El cuerpo inferior, de base mixtilínea, cuenta con tres cajones en su frente, adelantados con respecto al resto del mueble, y flanqueados con dos tallas con volutas típicamente barrocas. En sus laterales, dicho registro cuenta con dos puertas que esconden en su interior tres estantes, también flanqueada por molduras con volutas.

Toda la estructura se alza sobre patas ornadas con tornapuntas y elementos vegetales barrocos. Este cuerpo presenta en su parte superior un buró en talud con puerta escritorio abatible a cuarenta y cinco grados, policromada en dorado con la escena de “Calais y Zetes alejando a las Arpías del Rey Phineus” al exterior. En su interior se haya un juego de cajones decorados con chinerías. Al tratarse de un mueble escritorio, no es de extrañar la presencia de dos candeleros metálicos que se observan en los laterales del buró, con bellas efigies femeninas, que servirían como sustento de una vela que iluminaría al usuario del mueble.

Estos objetos comenzaron a ser importados por primera vez a Europa a inicios del siglo XVII; sin embargo, no fue hasta los dos siguientes siglos que la técnica comenzó a evolucionar y perfeccionarse, con la importante adición de los conocimientos y materiales de los artesanos europeos.

Los artesanos ingleses comenzaron a producir imitaciones de la técnica con lacas, y en el siglo, XVIII comenzaron a desarrollar barnices al óleo. Este nuevo descubrimiento permitió la inclusión de nuevos materiales base en los cuales aplicar la técnica, como metales laminados y papel maché. En Europa y en América, los objetos asiáticos se relacionaban directamente con lujo, especialmente las lacas, debido al reconocimiento que ganaron por los elementos que las componían, como su calidad, aplicaciones, diseños y técnicas.

Escritorio librería - Giles Grendey (1693-1780) - Museo Nacional de Artes Decorativas
Silla lacada Jorge II - Giles Grendey - Comisionada por los Duques del Infantado para el Palacio de Lezcano

Inicialmente utilizado en mobiliario y más tarde en pequeños artículos metálicos, el maque se considera un arte dentro de la artesanía de la época. Los métodos a los que recurre nacen de la experimentación con distintos materiales aplicados en capas, que en conjunto con la reacción de su material (inicialmente madera) y la intervención del trabajo humano, resultan en un trabajo minucioso y bastante único.

A pesar de que el término más común para referirse a la técnica es el de laca, la mayoría de los documentos que datan de los tiempos de la Nueva España, utilizan el término «maque». Según Joan Corominas, “Ha de tratarse de la misma palabra que el portugués maquie ‘barniz japonés de oro o plata’, documentado desde 1684 y procedente del japonés makie, parcialmente confundido en castellano con laca.”

El término «maque» fue acogido por la Real Academia Española hasta 1884, definiéndolo como «Barniz durísimo e impermeable, compuesto de resinas y jugos de plantas asiáticas y de otros varios elementos. Zumaque del Japón». Mientras que, por otra parte, definió «maquear» como «Adornar muebles, utensilios y otros varios objetos con pinturas o dorados, usando para ello el maque. Es industria asiática y las imitaciones se hacen en Europa con barniz copal blanco».

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