La elegancia y austeridad del bodegón español ha sido fundamental para elevar el género de los bodegones de flores a una disciplina propia, dentro del arte de la pintura. Y es que, la belleza de la naturaleza siempre ha sido fuente de inspiración para artistas, que podemos ver plasmada, de manera exquisita, en las obras que capturan la efímera vida de las flores.
Además de su belleza, el contexto botánico, que nos ofrece esta disciplina, nos ayuda a entender las flores comunes durante el Barroco y el gusto estético de la época. Y es que, existe una simbología alrededor de este género, en el que, cada flor puede adquirir un significado concreto, por ejemplo, un lirio o azucena aluden a pureza, la amapola a la fugacidad del tiempo, y el tulipán al lujo y riqueza. También encontramos composiciones, que nos remiten a momentos concretos del año, siendo comunes las agrupaciones, según su estación. Un bello ejemplo de los tesoros que ofrece la naturaleza desde la primavera al invierno.
Atribuido a Margarita Caffi, “Floreros”. Lote 22 (35353923) Lote 4 (35353928)
En este sentido, a través de los bodegones de flores también observamos la fascinación, desde el Renacimiento, por los descubrimientos del Nuevo Mundo. Y es que, las colonias comerciales de Oriente fueron una fuente increíble de elementos novedosos, entre los que se encuentran las plantas. Así, la pasión coleccionista europea, también incentivó la exportación de especies extranjeras, una tendencia que fue visible en la transformación de los jardines de la realeza, dónde llegaron plantas nunca vistas, como camelios y peonias, originarias de China. Del mismo modo, las referencias florales también se fueron integrando en el mundo del arte, a través de los bodegones, que se convirtieron en retratos florales, representando el progreso, el lujo y la pasión científica. En definitiva, una prueba más de la voluntad de la humanidad para dominar la naturaleza, en el caso de los bodegones, preservando para la eternidad en el lienzo.
Y en la subasta del 19 de diciembre, Setdart presenta una interesante selección de bodegones en la temática de las flores. En concreto, destacan las parejas de los maestros barrocos Bartolomé Pérez de la Dehesa y de la pintora Margherita Caffi. En ambas composiciones, observamos unos racimos exuberantes desbordando los jarrones que las contienen. Los fondos neutros y oscuros actúan como telón de fondo, para que las flores muestran sus colores, con absoluto protagonismo.
También destacan estas dos pinturas en las que las flores mantienen el protagonismo, incorporando a niños en la actitud de putti clásicos. En esta composición los infantes interactúan con guirnaldas de flores, como si fuera un juego, al tiempo que engalanan un triunfo.