Artistas al Servicio de Felipe IV: El Esplendor y Declive del Siglo de Oro Español

La primera mitad del siglo XVII en España se ha inmortalizado bajo el prestigioso título del “Siglo de Oro” debido a su deslumbrante esplendor artístico. En el ámbito literario, figuras como Quevedo, Góngora y Lope de Vega han dejado una huella imborrable, mientras que en la pintura, Velázquez, Murillo y Zurbarán han elevado el arte a nuevas alturas. Aunque estos nombres resplandecen en las letras y la pintura, es esencial reconocer que otros maestros españoles destacaron igualmente en diversas disciplinas, contribuyendo al cenit de la creatividad en esta época.

Durante el reinado de Felipe IV, se puede afirmar que se alcanzó la cúspide de este esplendor, marcando al mismo tiempo el inicio de su declive. Las continuas guerras del Imperio, enfrentamientos con enemigos y la dificultad de controlar vastas posesiones llevaron a una crisis significativa alrededor de 1640. A pesar de las adversidades, ni las crisis, los conflictos ni las epidemias lograron frenar la pasión de un rey coleccionista.

Retrato de Isabel de Borbón, primera esposa de Felipe IV según el modelo de P.P. Rubens

Velázquez, conocido como el pintor clave de la época, desempeñó roles fundamentales como pintor de cámara, ujier, ayuda de cámara y aposentador mayor de su majestad. Su cercanía con el rey, en quien confiaba como “un hombre de gusto”, permitió la preservación de obras maestras como las de Tintoretto, Veronese y esculturas clásicas que podemos ver actualmente en el Museo del Prado.

En la primera mitad del siglo, los territorios de Flandes estaban bajo la soberanía española, lo que confería a sus habitantes la misma identidad española que aquellos en la península o en ultramar. Fue en Amberes donde el monarca contó con otro destacado pintor: Peter Paul Rubens. Además de enriquecer los sitios reales con sus obras, Rubens asumía roles adicionales, como el de embajador. Sus dos visitas a Madrid tuvieron un propósito diplomático, siendo en su segundo viaje en 1628 cuando entabló conocimiento con Velázquez. Durante esta visita, inmortalizó a la reina Isabel de Borbón en un retrato cuyo modelo original aún se encuentra perdido, conociéndolo gracias a réplicas como la que presentamos, ejecutada por algún pintor del círculo cercano al maestro sevillano.

Frans Snyders, “Perro ladrón”

Otros pintores, como Gerard Seghers en Flandes, contribuyeron enviando obras al Alcázar o al Buen Retiro. Ejemplos de la pasión del rey por la naturaleza y la caza se reflejan en obras de artistas especializados como Frans Snyders y Paul de Vos.

La primera mitad del siglo XVII marcó una época dorada para el arte español, impulsada por el mecenazgo real y la colaboración con maestros de renombre internacional. Este periodo, a pesar de las crisis, dejó un legado artístico duradero que define la riqueza cultural de la España de Felipe IV.

No te pierdas

El retrato de la naturaleza: Bodegones de flores

La elegancia y austeridad del bodegón español ha sido fundamental