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Ambrosius BENSON (Lombardía – Brujas, 1550). “La Virgen y el Niño”.

Ambrosius BENSON (Lombardía - Brujas, 1550). "La Virgen y el Niño".

Lote en subasta:

BENSON, Ambrosius (Lombardía, activo en Brujas desde 1518 – Brujas, 1550).
“La Virgen y el Niño”.
Óleo sobre tabla de roble.
Se adjunta estudio científico realizado por la Universitat Politècnica de Catalunya.
Con marco en madera tallada de finales del siglo XIX.
Medidas: 120,5 x 111,5 cm; 136 x 128 cm (marco).

 

Famosa obra publicada en el libro de J. Sander “Hugo van der Goes”, p. 126 (Mainz, 1992). Adjunta un estudio técnico, iconográfico, estilístico y de pigmentos (espectroscopia Raman), con análisis por fotografía ultravioleta y macrofotografía infrarroja. Realizado por Sergio Ruiz Moreno, Alejandro López-Gil Serra y Carmen Sandalinas Linares, de la Universitat Politècnica de Catalunya.

En esta tabla de magnífica calidad y delicado estilo, gran ejemplo de la mejor pintura flamenca, se representa a la Virgen entronizada con el Niño Jesús sentado en su rodilla derecha, sosteniendo una flor blanca en su pequeña mano. A los pies de María, a su derecha, vemos un jarrón con las iniciales de Cristo, que contiene lirios y flores alusivos al martirio. El trono aparece decorado con dos relieves frontales y diversos medallones, en los que el pintor ha representado algunas de las escenas más destacadas de la vida de la Virgen.

En el frontal del trono encontramos, a la derecha de María, la Adoración de los Magos, y a su izquierda la de los pastores. En el respaldo del trono vemos la Asunción de la Virgen y a Cristo resucitado ante su madre, a la derecha, y a la izquierda a Jesús en el Templo ante los doctores, la Anunciación y un fragmento de una escena no identificada. Sobre las escenas del frontal del trono se sitúan guirnaldas con cabezas de carnero ornamentales, alusivas a la Pasión de Cristo.

La representación de la Virgen y del Niño es aún algo arcaica, recogiendo la tradición gótica. sin embargo, la ornamentación del trono recoge la influencia del renacimiento italiano llegada a Flandes, que observamos en las arquitecturas del trono y en la variedad de motivos ornamentales, a destacar la rica decoración con grutescos “a candelieri” del respaldo del trono y los niños sujetando guirnaldas en la parte superior del trono. Vemos también una detallada vegetación a los pies del trono, como es característico en la pintura flamenca.

Mediante espectroscopia Raman se han identificado los siguientes pigmentos: blanco de plomo, amarillo de plomo y estaño, bermellón, rojo de plomo, azurita, negro carbón y blanco de Creta para la imprimación. Estos pigmentos nos indican que esta obra puede situarse entre principios del siglo XVI y el XVII, aunque dentro de ese intervalo temporal, y en base a su iconografía, es más probable situarla en la primera mitad del siglo XVI. Por otro lado, cabe mencionar que la presencia de azurita y del blanco de Creta como imprimación, así como el dibujo subyacente, son representativos de la escuela flamenca, en contraste con el lapislázuli y el “gesso” (yeso) de la escuela italiana de la misma época.

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