Guadalupe de Moncada: La primera pintora de Mexico

A penas conocemos dos obras autógrafas de la primera pintora documentada de la historia de México, Guadalupe de Moncada, lo que nos revela como la historia ha tratado el papel femenino dentro del arte. La protagonista de nuestra historia alcanzó lo más altos reconocimientos por su maestría, desde ser la primera académica de la institución de la Real Academia de San Carlos, así como su directora honoraria de la rama de pintura. Estos honores serían la prueba de que su talento era indiscutible ante el panorama cultura de la sociedad novohispana. Desgraciadamente estos méritos fueron cuestionados por sus coetáneos alegando que era el resultado del nepotismo e influencias de su marido el Marqués de San Román.

El retrato que ejecuta sobre si misma es toda una declaración de intenciones. Se presenta como una mujer ilustrada, abanderada de la cultura y alejada de la pompa y la ostentación propia de los retratos aristocráticos de su época. Los atributos de la paleta y los pinceles son el orgullo con el que ella decidió pasar a la historia. Un talento todavía oculto ya que como decimos apenas tres obras son las que pueden reflejarlo. Su vocación debió de ser casi inmediata como refleja un retrato anterior con apenas nueve años ella en el que aparece junto a su hermano. Él con juguetes y ella como una artista dibujando. Hay un claro mensaje en el hecho que la imagen que ha llegado hasta nosotros de ella está unida a la reivindicación del ejercicio de la pintura por parte de las mujeres.
Las etiquetas que acompañan la pintura al dorso manifiestan que el olvido respecto a su figura es una realidad. Por un lado, vemos como el Museo de San Carlos, institución de la que formó parte y alberga una obra suya autógrafa, catalogó su autorretrato como anónimo español de principios del siglo XIX. Más curioso si cabe es la segunda etiqueta que es la que le adjudicaron los descendientes de la retratada en la que lo atribuían a Francisco de Goya.

El descubrimiento de esta obra supone un paso más por sacar a la luz la figura de las artistas olvidadas, mujeres como en el caso de Guadalupe que fueron pioneras en la puesta en valor de su talento y el desarrollo de su labor para las generaciones futuras.

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