Que un pintor viajara al lugar en el que se desarrollaba un determinado estilo artístico en busca de la comprensión y la aprehensión del mismo es un hecho por todos conocido.

Es por ello que, siguiendo el devenir histórico de idas y venidas de los artistas a lo largo de la historia del arte, no es de extrañar que, ya en época moderna, decenas de pintores españoles llegaran a París con el objetivo de formarse en las nuevas vanguardias que se desarrollaban en la capital francesa.

Y es que, el París de 1900 fue un imán para artistas de todo el mundo: se inauguraba el siglo XX y los creadores exploraban nuevas formas para explicar los cambios sociales y tecnológicos que se precipitaban a toda velocidad. Su reflejo en el mundo artístico quedó demostrado en el avance de las nuevas vanguardias: los pintores siguieron las directrices del arte académico oficial pero a partir de 1865 su creación artística quedó marcada por el Impresionismo y las escuelas que lo siguieron.

De entre las decenas de pintores españoles que vivieron la Escuela de París, al menos catorce fueron catalanes.  Nombres como Ramón Casas -quien llegó a la capital francesa en el año 1882, coincidiendo con Santiago Rusiñol y Miquel Utrillo-, Pere Romeu, Isidre Nonell, Joan Brull, Xavier Gosé, Eliseo Meifrén o José María Sert Badía sonaron en el ambiente que bañaba las calles del barrio de Montmartre.

De entre tan imporantes personalidades del panorama artístico destacó la figura del pintor Joaquim Sunyer: nacido en Sitges en 1875. Se marchó a París después de 1896, permaneciendo allí hasta 1908, donde se vinculó con el resto de pintores catalanes.

Fue allí donde realizó “Interior de café”, excepcional obra que Setdart presenta en subasta el próximo 16 de enero y que se encuentra publicada en el libro “Pintores catalanes en París”.

En ella, el artista catalán refleja el ambiente bohemio en el que se movió durante su etapa parisina, construyendo una atmósfera oscura contextualizada en el interior de un café, buscando plasmar la impresión del momento, de un instante fugaz e irrepetible, una instantánea de la vida urbana diaria transformada en una noche de fiesta, que va más allá de la simple descripción para transmitir al espectador el color, la luz e incluso el aire de la escena.

Pero, ¿sabías que Setdart ha subastado numerosas obras de importantes artistas producidas durante sus etapas en París?. 

Aquí os mostramos algunos ejemplos de obras adjudicadas anteriormente en nuestra subasta online: