Jose Maria Sert, una vida de encargos al servicio de la aristocracia.

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José María Sert (Barcelona, 1874 – 1945) fue el más eminente pintor decorador de su tiempo, y su estilo se caracterizó por una gran imaginación al servicio de un lenguaje retórico influido por el orientalismo y el expresionismo de Goya.

Su carácter único e inconfundible encontró gran aceptación entre las clases acomodadas de todo el mundo, que lo contrataron para la realización de numerosos proyectos decorativos. Más de siete mil metros cuadrados de palacios, grandes salones y residencias privadas internacionales vieron sus muros decorados con la solemnidad de las pinturas de Sert, en un momento en el que la pintura mural comenzaba a verse obsoleta y demodé.

José María Sert gozó de muchos proyectos internacionales. En Gran Bretaña decoró las mansiones de Sir Saxton Noble, Lady Ripon, o el castillo de Philip Sassoon, entre otras. En Palm Beach (EE. UU.) pintó la residencia de Mr. Joshue Cosden, mientras que en Nueva York decoró el Rockefeller Center y el Waldorf Astoria. Finalmente, en 1934 y 1935, realizó una de sus más destacadas obras: la sala de Francisco de Vitoria en la Sociedad de las Naciones de Ginebra.

Entrada principal al icónico Rockefeller Center de Nueva York.

Uno de los encargos más sobresalientes del catalán fue la decoración de las paredes del pabellón de caza del Château de Laversine en Chantilly, una de las ostentosas propiedades de la familia de banqueros Rothschild. El proyecto, efectuado entre 1917 y 1920, consistió en la realización de cuatro pinturas sobre madera que correspondían a los cuatro continentes y estaciones del año. Así, América era el invierno; Europa, el otoño; Asia, la primavera y África, el verano.

Setdart licita el próximo 18 de mayo los tres bocetos preparatorios correspondientes al plafón de «África o el verano» (35233455), una oportunidad única que nos sumerge en el origen de uno de los proyectos más destacados del prolífico pintor. El interés del conjunto que presentamos se ve acrecentado por el hecho de que, mientras el Museo Nacional de Arte de Cataluña conserva«El otoño» y el Museo Reina Sofía de Madrid alberga «El invierno» y «Laprimavera», «El verano o África» se encuentra en una colección particular, no pudiendo ser disfrutado por el público de a pie, como sí ocurre con las otras tres tablas.

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