El folclore andaluz a través de la visión de José Cubero Gabardón.

Setdart licitó el mes de diciembre una colección esculturas magníficamente trabajadas de José Cubero Gabardón (Málaga, 1818-1877), una cuidada selección de piezas únicas que ponen de manifiesto el interés del artista por el mundo taurino y el folclore andaluz. 

Perteneciente al linaje de los Cubero Gabardón, familia que regentó en Málaga un prestigioso taller de esculturas en barro con el que reproducían el mundo folclórico andaluz, José Cubero Gabardón gozó de gran éxito durante el siglo XIX. Sus afamadas figuras fueron muy célebres entre los turistas ingleses de la época, quienes los adquirían como objetos artísticos de recuerdo.

Durante varias décadas crearon miles de barros de tipos populares (mendigos, bandoleros, tratantes, guitarristas o majos a caballo), así como escenas relacionadas con el mundo de la tauromaquia. Estas últimas, que destacaron por la precisión descriptiva de la indumentaria y la calidad de sus figuras, reflejaban el romanticismo artístico de la ciudad que tanto atraía a los viajeros extranjeros.

La impecable ténica de estos barros, magistralmente trabajos y policromados, llevó a que José Cubero Gabardón recibiera los elogios de muchos escritores y viajeros por la calidad de sus piezas de barro cocido y policromado. De hecho, en 1851, sus esculturas obtuvieron un importante reconocimiento artístico en la Exposición Universal de Londres.

La historia de la familia Cubero Gabardón comenzó el año 1838, cuando fundó la empresa familiar en el Pasaje de Heredia, la zona comercial más concurrida de la capital malagueña. Desde entonces, el éxito de sus producciones ha trascendido a lo largo de la historia, convirtiéndose en claro testimonio de la sociedad andaluza decimonónica.