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Las técnicas de grabado

Las técnicas de grabado

El arte del grabado es posiblemente una de las técnicas artísticas más atractivas, sus diferentes variantes y constantes evoluciones, hicieron de este nuevo arte surgido de la invención de la imprenta hacia 1440, una de las formas de trabajar la imagen más solicitadas por los grandes y pequeños artistas. Pintores de reconocido prestigio encontraron en el arte de grabar una salida a la estricta jerarquía compositiva y temática propia del arte de sus épocas, algunos de ellos tan destacados como Dürer, Callot, Rembrandt, José de Ribera, Goya…. Y así hasta un revolucionario como Picasso, que bebió del arte de todos ellos para crear una nueva manera de grabar, propia de su contemporaneidad.

Pero la técnica del grabado no fue solamente utilizada por los grandes creadores de la historia del arte, los talleres nórdicos, italianos, franceses y españoles encendieron motores en los años iniciales del nacimiento del grabado en Europa hacia la segunda mitad del siglo XV, siendo el grabado xilográfico el primero en aparecer.

Los talleres grabadores europeos supusieron un antes y un después para el mundo de la historia del arte. Con el grabado llegó la «democratización» del arte y con ella el circuito de estampas por todo el continente, llegando a diferentes clases sociales y en muchas ocasiones difundiendo imágenes hasta el momento reservadas para los ojos de la nobleza. En este punto, los artistas de finales del siglo XV y de todo el XVI y XVII, encontraron hueco en sus talleres de pintura para las técnicas del grabado: En Italia, artistas como Tiziano y Rafael contaron con grabadores de sus obras, esto supone una difusión de sus obras por toda Europa. Las estampas fueron vehículo de influencias para los artistas, un método de enseñanza acompañando a los tratados arquitectónicos y una nueva manera de ver qué se estaba gestando en las esferas más altas del mundo del arte.

La temática de la obra gráfica es variada y se desarrolla paralela a la de la pintura, el mayor porcentaje lo tiene el grabado religioso, seguido de la retratística y por último el grabado de escenas profanas, cacerías, oficios, las estaciones, etc.




Tras una breve introducción de lo que supuso para la historia del arte el nacimiento del grabado, queremos mostrarle ahora las claves de su técnica.

En primer componente del grabado lo tenemos en la matriz o plancha, ésta puede ser de madera o metal (dependiendo de la técnica utilizada como ahora veremos). El grabado contemporáneo ha introducido nuevos materiales como el metraquilato o el linóleo. Es en la matriz donde se trabaja con las herramientas necesarias para cada técnica.

El segundo, es lo que llamamos estampa: el resultado obtenido del contacto entre la matriz o plancha y el papel.


El papel, proveniente del mundo oriental y fue traído a Europa por los árabes alrededor del siglo X, su uso fue generalizándose ya a finales del siglo XI-XII a pesar de tener un gran competidor como era el pergamino el papel se impuso poco a poco con su laboriosa realización manual hasta finales del siglo XVIII – principios del XIX donde se pasó a realizar su fabricación industrial, que es el que hoy conocemos como papel continuo.

Ante un grabado o estampa realizada en papel antiguo hemos de fijarnos en la textura del papel, su gramaje, su espesor contemplando sus verjuras (son la líneas que forman los hilos creando una casi imperceptible cuadrícula), las barbas de sus bordes (no acaban en cortes limpios como el papel continuo), la marca de agua o filigrana (la distinguimos al observar el papel a contraluz y descubrir las formas de iconos, escudos, etc., con un menor grueso de papel) y el sello seco.


Llegados a este punto, queremos ayudar al lector a conocer y a diferenciar las técnicas gráficas más importantes con las que se realizan las estampas. Las características diferenciadoras de cada técnica son sutiles y requieren de su atención visual e incluso táctil para ser correctamente identificadas.

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El grabado xilográfico

La estampa xilográfica tiene su origen en una matriz de madera, ésta debe ser homogénea, seca y sin nudos que puedan entorpecer la acción del grabador. Las madera más utilizadas son las de árboles frutales y la madera de boj (planta arbórea). La madera debe tener el mismo grosor en toda la pieza para así crear una estampación regular; ésta puede estar cortada de dos maneras: a «fibra» o «hilo», cortada en vertical siguiendo las líneas naturales de las fibras de la madera o a «contra fibra» o «testa», cortada en transversal dejando en posición perpendicular a la base la marca de las fibras. El artista diseña y graba la imagen sobre la madera utilizando diversos utensilios como bien pueden ser las gubias, las cuchillas y los buriles; del trabajo de los dos primeros utensilios, entre otros, se habla de madera cortada donde se aprecian grandes planos e incluso puede quedar traducida a la estampa, la textura de la madera, mientras que con el buril se pueden crear líneas más finas y delgadas las cuales permiten realizar trabajos sobre la madera mucho más sutiles.


El grabado xilográfico consiste en entintar de manera uniforme con tinta grasa la superficie de la matriz de madera que previamente ha sido trabajada con los instrumentos, creando en ella la imagen que tras pasar por una prensa veremos como queda reflejada en el papel. La estampa xilográfica nos mostrará color en aquello que el grabador no ha rebajado con su instrumentos, se traspasan las zonas en relieve.

El resultado es que la textura de la madera queda reflejada en la estampa y ésta es una evidencia clave para saber si estamos antes una xilografía. Otra pista nos la dan los contornos, estos son muy delimitados y rotundos, no hay difuminados y cuando estamos ante una estampa xilográfica en color, vemos que la superficie de estos es muy opaca.
El grabado calcográfico

Mientras que el grabado xilográfico hemos visto que deja una impronta plana en la estampa, el grabado calcográfico muestra el relieve de la línea trabajada en la estampa y la plancha deja una huella o pisada sobre el total de la superficie del papel. Es justamente lo contrario a la técnica anterior, este es un grabado donde la matriz es un metal (cobre, cinc, hierro, acero, etc.) en el cual el grabador realiza un trazo dejando la imagen incidida en la matriz, este trazo puede realizarse de manera directa: trabajando con la herramienta directamente en el material o bien, indirecta mediante una corrosión por mordientes. Estos dos métodos pueden convivir en una misma estampa en la cual encontraremos al contrario que la xilográfica el color en las líneas y el blanco en la superficie.


Técnicas calcográficas directas

Dentro de las técnicas calcográficas que denominamos de incisión directa, denominadas así por la acción directa del instrumento metálico y la fuerza del grabador sobre la matriz tenemos la técnica del buril o talla dulce, esta es una de las más antiguas y reiteradamente utilizada por un gran artista y grabador como fue Alberto Durero. El nombre de esta técnica viene dado por el instrumento utilizado, el buril, el cual incide en la plancha o matriz creando unos trazos nítidos y muy regulares, para ello se ha de trabajar casi paralelamente a la plancha. También destacamos el grabado a la punta seca, el cual también recibe su nombre por el instrumento que utiliza, en este caso se trabaja de manera perpendicular a la plancha sosteniéndolo con los dedos, esta incisión perpendicular deja en los surcos de las líneas unas muestras de metal, son las rebabas que se pueden apreciar en la estampa dándole un toque más borroso a la línea impresa, matiz que distingue el grabado en punta seca del de buril.

La tercera técnica calcográfica directa es la denominada «Mezzotinta» o Manera negra; ésta consiste, al igual que las anteriores, en utilizar un instrumento metálico, en este caso es el «berceau» el cual tiene forma semicircular. El balanceo de este instrumento en diferentes direcciones sobre la matriz, hace que la forma dentada de su base cree una gran diversidad de granelados en la plancha consiguiendo así un efecto muy pictórico, un rico difuminado absento de líneas.

El punteado es la última técnica calcográfica de acción directa que nos queda por conocer. Ésta práctica consiste en crear la imagen en la plancha mediante el uso de ruletas y puntas que dejan una suave incisión marcada en toda la base de la matriz, al igual que en la «Mezzotinta», aquí también desaparecen las líneas para crear un efecto disipado.


Técnicas calcográficas indirectas

Las técnicas que llamamos indirectas, son aquellas que se agrupan debido a la acción, no de un instrumento, sino de un proceso químico que corroe el metal actuando como mordiente.

 

Es la técnica del aguafuerte una de las más destacadas de este grupo, el proceso es muy distinto a los que hemos visto hasta ahora y será predecesor de los que veremos después. Esta técnica requiere que la plancha o matriz de metal quede protegida por un barniz (a base de cera, resina y betún de Judea resistente al ácido) y sobre éste se diseña la imagen con un instrumento punzante que «destape» la base metálica de la plancha, sin necesidad de ejercer fuerza manual como en los grabados calcográficos de técnica directa. El siguiente paso es sumergir la plancha en ácido nítrido, el cual actúa como mordiente, el tiempo de inmersión depende en parte de la profundidad que se desee en el trazo. Una vez extraída la plancha del ácido se limpia el barniz, se entinta y se efectúa su impresión. Una estampa grabada en aguafuerte nos deja unos trazos lineales sutilmente irregulares que provocan con sus entramados profundidades de carácter pictórico. El artista Rembrandt es uno de los mayores grabadores de aguafuerte de la historia del arte, contemplar sus grabados es contemplar la evolución de esta técnica indirecta.


La técnica de la aguatinta se basa en el proceso práctico del aguafuerte, pero omitiendo la creación de la línea para crear gama de medias tintas pictóricas gracias al uso del polvo de resina. Una vez aplicado el polvo de resina sobre la plancha con el barniz protector, la plancha se calienta y la resina queda disuelta para la modelación del grabador. El ácido mordiente incide en la zona invadida por la resina creando un efecto pictórico muy atractivo una vez lo pasamos al papel. Fue Francisco de Goya un artista excepcional en el uso de la técnica de la aguatinta, la cual combinó en una misma plancha junto al aguafuerte y el buril, entre otras técnicas directas e indirectas que unidas por el artista crearon un nuevo efecto en este medio creativo.




Para terminar con las técnicas calcográficas de acción indirecta presentaremos elcarborundum, una técnica muy actual que consigue crear diferentes intensidades aderiendo la pasta de carborundum (polvo de silicato de carbono) a la plancha, por ello esta técnica es conocida como técnica de adhesión. Esta mezcla queda dura y forma el hueco en la estampa; el resultado es similar a la técnica de aguatinta, aunque el resultado en el papel es al inverso. Joan Miró fue un gran exponente de esta técnica, sus grabados son el mejor ejemplo para entender el resultado de la práctica.


El grabado litográfico

La litografía es una técnica distinta a las vistas hasta el momento, pero igualmente conocida y utilizada por grandes y pequeños artistas. La litografía utiliza como matriz la piedra calcárea, en la cual se dibuja con tintas litográficas (materias grasas, ceras, resinas, pigmentos y jabones) y paralelamente se recubre con goma arábiga y ácido nítrico para que mantenga la humedad y rechace la tinta. Su paso al papel se realizaba en un primer momento una presión. La litografía, industrializada, ha dado lugar a numerosos procedimientos gráficos, entre ellos el «offset».


El grabado serigráfico

La serigrafía es una técnica de estampación de uso contemporáneo que se cree de origen oriental, seguramente por la utilización de la seda. La técnica trata de pasar la tinta al papel a través de una pantalla, que es un bastidor cubierto de tela (seda, nylon, tergal, etc.). Las imágenes deseadas se consiguen tapando la trama por donde no queremos que se traspase la tinta (se puede hacer de forma manual o de forma fotoquímica). La tinta, presionada por una regleta, pasará al papel por las partes que forma el diseño de la pantalla. Las formas que se obtienen son siempre planas y de perfiles rotundos y las tintas cubren abundantemente creando así la técnica que más opacidad consigue en su resultado.

El grabado al linóleo

Del grabado xilográfico deriva la lineografía, en el siglo XIX que se diferencia exclusivamente de su predecesor por traducir a la estampa una textura más lisa y opaca, obtenido del trabajo de una material más impermeable como es el linóleo (material compuesto de polvo de corcho, aceite de linaza, gomas y resinas sobre un entramado de yute). Grandes artistas como Matisse y Picasso desarrollaron la técnica del grabado al linóleo de manera magistral.

Como hemos podido comprobar, las técnicas del grabado son muy variadas y ricas en estilo y composición, por ello fueron elegidas por un amplio número de artistas a lo largo de la historia. El grabado ofreció al creador una nueva vía de comunicación, menos controlado por la teoría artística, que marcó durante siglos severamente a otras artes como la pintura y la escultura. El arte del grabado es más libre y dinámico en sus temas y en su factura, su movilidad es mucho mayor que la del lienzo o el mármol y por ello se convirtió a partir del siglo XV en un vehículo de ideas, influencias y novedades, dejándonos hoy un rico legado como son estos pequeños tesoros de nuestra historia del arte.

 

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